L.Q.V.B. Historias

La Bailarina

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Música

La estructura de acordes surgió simplemente para acompañar la melodía y la letra, las cuales nacieron juntas. Se fue acomodando con el tiempo, el arpeggio nació también paulatinamente.

No puedo decir mucho más que eso. La melodía arreó a la música de base, en este caso. De las narices y sin encontrar resistencia alguna.

Letra

Fue extraño. Fue un momento de 2012, puede haber sido 2013, no lo sé, era invierno seguro. Estaba tapado hasta el cuello tirado en un sillón mirando Los Simpsons y en las pausas hacía zapping hasta que empezaran nuevamente.

En uno de esos momentáneos cambios de canal, apareció un pastor evangélico – o algún tipo de personaje de esos de la tele a los que siempre hay que enviarles dinero para que algún Dios te bendiga – justamente cuando mirando fija y muy intensamente ora a su audiencia presencial en el lugar ora a la cámara que lo enfocaba, gritaba: “… cuarenta días! Eso es lo que llevó… cuarenta días!” y siguiendo la inercia con la que venía cambié de canal.

Y seguí cambiando de canal, pero en mi mente esa frase, pronunciada así, intensamente, se empezó a repetir casi en loop.

Tenía mucha musicalidad, adivino. No sé. Realmente no sé cómo funciona esto de la inspiración. Pero lo que sí sé es que de a poco fue agregando líneas de letra.

El argumento, más allá del gatillo inicial ya comentado, es muy caro para mí.

Representa, relata, da cuenta de las vicisitudes en la vida de una chica imaginaria. Una prodigio infantil en danza clásica ella, razón por la que su familia intenta encauzar ese talento que la hace tan diferente de los demás extendiéndole todas las facilidades para desarrollarlo a cambio, claro, de dedicar todo su ser a eso mismo, a desarrollar su talento para bailar.

Pero esto mismo se vuelve razón de su infelicidad.

La letra habla de las cosas que se pierde durante su adolescencia, de cómo espía el afuera, siempre a escondidas, en clara referencia a esa edad entre los 14 y los 18 años aproximadamente en las que los jóvenes se desarrollan y empiezan a conocer y a interesarse por el otro género (o por el que les guste, no hace al caso) y cómo la disciplina y la dedicación pueden ser armas de doble filo cuando no son acompañadas, paralelamente, por posibilidades de inserción social, a nivel grupal, a nivel personal individual, etc…

De todas maneras, y a modo de conclusión, ella termina entendiendo que si bien todo eso le ha dolido y le sigue doliendo, ella siente más cuando gira en su habitación bailando.

Se siente más viva y termina agradeciendo esa posibilidad de vivir su destreza con felicidad y alegría. Y se siente un poco única, aunque sabe que no lo es. Y se muestra fría, pero es porque le resulta muy difícil confiar en los demás. Un poco por su inexperiencia, un poco porque los demás no se muestran muy dignos de confianza.

Realmente es mi deseo que alguna chica se sienta identificada con “la bailarina”. Espero que cuatro paredes sean testigos de chicas cantando esta canción, interpretando lo que quieran, lo que les surja. Pero gritándola. Y girando sobre su propio eje, si es posible, sintiendo más!

MM – Diciembre 2023

Mario Magno

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